jueves, 16 de febrero de 2012

Regreso

Y es cuando regreso cuando siento el vacío de nuevo cerca. Un vacío que tal vez sea el necesario para llenar mi yo, de nuevo. Un intento fugaz de encontrarme otra vez y ser yo misma al dia siguiente. Después de un hoy todas mis mañanas se respirarán con un aire distinto pues hoy descargue la terrible carga de la culpa, culpa inventada por la maldad.
A pesar de eso, me siento triste al pensar que nada volverá a ser como antes. Nada...  la nada de los días a días, desde hace varios años atrás. Y es ahora cuando dirían que el ayer ya no existe, que el ahora empieza desde ya hasta mañana, que no sabremos qué ocurrirá después. Mi después es impredecible. Totalmente. Pues cuando parece marchar todo hacia el arcoíris, llega la noche y se lleva todo el color, pero trae consigo a las estrellas, entonces no es tan mala. Mala como yo, malo como él. Todos tenemos maldad, pero sin querer. O por lo menos, eso se dice. Se dice al decir que no fue apropósito.
Que tal vez no era para mí. Que el destino será bueno conmigo, que soy muy joven, que todo pasa por algo, que seré feliz y me queda una vida por delante.
Algo que se es que si, si lo intentaré.

lunes, 30 de mayo de 2011

Si por un momento...

Si por un momento se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más. Entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen, escucharía cuando los demás hablan y ¡cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate!Si yo tuviera un trozo de vida... no dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero que la quiero. Convencería a cada hombre o mujer de que son mis favoritos y viviría enamorado del amor. A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido.Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... he aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por vez primera, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre. He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas las cosas que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas. Si supiera que hoy es última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más. Si supiera que ésta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente. Si supiera que estos son los últimos momentos que te veo, diría TE QUIERO y no asumiría tontamente que ya lo sabes.Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré. El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.

martes, 24 de mayo de 2011

Consuelo

Mientras más y más me repito las mismas palabas de consuelo de siempre, es cuando más me doy cuenta que es peor.

lunes, 23 de mayo de 2011

Huyendo de mis demonios

Qué pensamiento atrevido,  tan vacío pero a su vez repleto de un veneno poderoso, cuya esencia es caer dentro del pozo de la desesperación.
¿Quién puede salvarme de mis própios demonios internos? No existe salvación ante ellos, pues es igual que vivir compartiendo el gran letargo de la vida con las penumbras, con aquella inercia que es el todo. El enrredo, hecho está. La causa remota de mi delirio, permuta con el tiempo recuerdos lejanos, que en mi presente retumban mi inestable superficie, ante un terremoto de algo llamado demencia-decadencia.

martes, 17 de mayo de 2011

Seamos gatos, seamos voces que se pierden en el espacio...

lunes, 16 de mayo de 2011

Alto en la nada

Quiero pensar que quiero dejar de pensar. Dejar de introducirme dentro de aquellas dementes ideas que a su vez atrapan sensaciones en efecto cadena, que sin lugar a dudas, me dejan en la ebriedad de pensamientos.

Y tal vez, dejar de sentir, parar de crear situaciones inexistentes, momentos que quizás jamás culminarán tal y como mi terrible y a la vez poderosísíma mente las imagina, quiero quedar en un breve pero a su vez largo lápsus de éxtasis donde mi mente en paz deje de divagar entre el temido océano de miedos.

Todos tenemos miedos, el miedo nos inunda, nos llena, nos atrapa y cautiva hasta hacernos, en alguna ocasión perder las riendas de nuestra vida... el miedo cubre, mata y aplasta. La solución es resignarse al miedo y a sus consecuencias. Sentir que lo inoportuno del pensamiento humano no es más que escombros dentro de un espácio en la nada, en el cosmos.

Dejar de sentirme que estoy al borde de la demencia... aquella locura de vida, con la que me han involucrado desde hace algunos muchos años... aquella travesía sin fin, desequilibrada pero a su vez dentro de una dulce nota de Do' ... cabalgando un sueño, susurrando un deseo, imaginando un futuro feliz.

Solo necesito desconectar, solo eso. Despreocupación, alto... en la nada.

sábado, 19 de febrero de 2011

El país de los sueños

Hoy por hoy no me importa lo que la gente opine y piense de mí. No me interesa si me lo dicen "decoradamente" o directamente. Cuando desde el fondo de mi corazón salen sentimientos y verdades que son necesarias y que no hacen daño a nadie.

Me siento atrapada y encapsulada en un microespacio sutil pero arrugado, donde cada arruga es una inseguridad nueva. Me siento como si hubiera transpasado el espejo encantantado... ahora, tengo todo lo que antes no tenía y nada de lo que antes tenía. Siento que mi frágil identidad cayó haciendo ondas hacia un recoveco del suelo haciéndose en un segundo miles de pequeños añicos. Es como si no supiera qué será de mi futuro,  hoy estoy aquí pero mañana no lo sé. Tal vez mi vida seguirá en un rumbo inprevisto, como siempre ha sido... donde es necesario arriezgar para ganar, antes que el tren se pase y no vuelva más.

Cuando observo el mundo a mi alrededor... comprendo que no llegaré a acostumbarme, quizá no es simple cuestión de costumbre, sinó de un intento desesperado de sobrevivir. Cuando las personas estamos en medio de una situación difícil o imprevista siempre tendemos a pensar en la famosa frase "por algo será", evidentemente para sentirnos un poco más seguros de que no nos queda otro camino. Creo que podemos cambiar nuestro destino, no saber que será de mí mañana me da miedo, uno de los cientos de miedos que tengo desde el último año. Hace poco más de un año, no le tenía miedo a nada... bastaron una serie de circunstancias para cruzar al otro lado del espejo y ser frágil. Ser frágil no es algo bueno, con un simple golpe puedes quebrarte y hacerte nada.

Mi vida es enrredada, tal vez no tanto para alguien que puede sentarse a observar la obra desde un taburete, pero lo es para mí. Inconscientemente seguro que por ese motivo nunca le cuento a nadie mi historia... llena de idas, vueltas, inestable, con sus cosas especiales y eso, como la de todos. Pero la mía es muy distinta. Es como si no supiera qué hacer ni a dónde ir, intentando de concientizarme que a partir de ya esta es mi historia, y tengo que escribirla yo.

Hasta que se pueda... por lo menos, hasta el final.